Pisos Diagonal
La segregación de un piso en un edificio construido en 1968 presenta características interesantes debido al contexto de su construcción. Durante el auge del crecimiento de la ciudad en esa época, se comenzó a utilizar materiales industrializados, como una estructura basada en pilares y vigas de acero, lo que facilita enormemente la redistribución de los espacios en el proyecto de reforma.
El programa del proyecto se organiza en dos grandes bloques: áreas comunes y áreas privadas. Las viviendas resultantes de la segregación siguen un esquema típico para su tamaño, incluyendo vestíbulo de entrada, salón-comedor, cocina, aseo de cortesía, 2 o 3 dormitorios, trastero o vestidor, y 2 baños completos. Las estancias principales se vinculan siempre a una de las fachadas, ya sea la que da a la calle o la que se orienta hacia el patio interior del bloque, mientras que las estancias secundarias se distribuyen en la zona interior del piso, donde los patios de luz y ventilación mejoran las condiciones para las habitaciones que se abren a ellos.
La segregación de una vivienda implica duplicar cocinas, áreas comunes y baños, lo cual presenta un desafío en términos de conservación de elementos originales debido a la complejidad de integrarlos en la nueva distribución. Sin embargo, en este caso, se identificaron ciertos elementos valiosos, como los techos abovedados y la decoración de yeso con motivos florales, que aportan un valor adicional al espacio. Estos elementos fueron preservados, lo que condicionó la nueva distribución de ambas viviendas.
En cuanto a la solución de diseño, se utilizaron tabiques ligeros, cerramientos de vidrio, celosías y puertas correderas para delimitar los espacios según fuera necesario. La transparencia o semi-transparencia de estos elementos permite intuir o ver abiertamente las habitaciones adyacentes, generando una sensación de continuidad espacial. La combinación de los techos bien definidos y las paredes ligeras crea una interesante dualidad, donde los techos parecen flotar por encima de las paredes, fusionando dos lenguajes arquitectónicos distintos en un mismo espacio.