Piso Pau Casals
El piso en Pau Casal en cuestión no difiere de otros en cuanto a su distribución. Un pasillo central da acceso a cada una de las habitaciones que componen la vivienda, dejando los dormitorios en la parte que da al patio interior del bloque y los patios de luces, los baños y la cocina vinculados a los patios interiores, y las áreas comunes, el salón y el comedor, al final del piso que da a la calle.
La reforma tiene como objetivo mantener el número existente de dormitorios y se centra básicamente en la redistribución de las áreas comunes. Una vez más, la intención es dar mayor amplitud a cada uno de los espacios mediante la eliminación de tabiques, lo que a su vez permitirá que entre más luz natural desde las ventanas de la fachada principal hacia las partes más interiores del piso. La cocina y el comedor compartirán el mismo espacio, abierto por un lado al vestíbulo y por el otro al salón. Podríamos decir que, con la reforma, las áreas comunes se agrupan en un extremo del piso sin divisiones entre ellas, permitiendo una circulación fluida como si fueran un solo espacio.
El diseño se adaptó a las necesidades del cliente en tanto que la distribución a la nueva forma de vivir los espacios en nuestros tiempos es la premisa y el objetivo de la renovación. Y con esto, se hace aún más evidente la diferenciación entre los espacios privados destinados a dormitorios, estudio, baños, etc., que mantienen sus dimensiones originales, y los espacios comunes destinados a vestíbulo de entrada, cocina, comedor y salón, que se agrupan en un único espacio, aunque a veces intercomunicados por pasajes de tamaño limitado. Se trabajó con madera natural en el suelo, en el revestimiento de algunas paredes y en el mobiliario de la cocina para dar calidez al espacio. Trabajamos con colores para acentuar la luz y la sombra. Trabajamos con tejidos para obtener mayor confort. Trabajamos con materiales nobles para aportar calidad. Jugamos con la luz artificial para añadir «acentos». Utilizamos todas las herramientas disponibles para construir un nuevo interior en un espacio existente que tiene sus propias limitaciones y límites.
Uno de los objetivos era llevar la luz natural que entra en el piso desde la fachada principal hacia los espacios más interiores. La eliminación de las paredes divisorias fue lo principal para lograr esto, pero el uso de un color claro en el espacio del salón fue igualmente importante. Esta pieza se convirtió en una caja de luz muy llamativa desde los espacios interiores. El uso de colores más sombreados en el área de cocina-comedor resalta los pasajes hacia el salón, que son deslumbrantes durante el día. Por otro lado, está la iluminación artificial que hemos utilizado en el área de cocina-comedor. Los focos concentrados, con un haz de luz de 9 grados, en la zona de la cocina dan un toque de teatralidad a este espacio sombreado y las lámparas de chapa de madera sobre la mesa del comedor aportan calidez y concentran la luz en la superficie de la mesa, que cumple tanto la función de comedor como de espacio de trabajo. La cocina se convierte no solo en un espacio funcional, sino en uno en el que estar, al igual que el comedor y el salón. Es la iluminación lo que marcará la diferencia entre una cocina como espacio de trabajo y la cocina como espacio de estar.